Letargo navidal

Al salir aquella noche de su casa, lo vio: el abeto de la plaza estaba salpicado de bolas de colores y lucecitas. «Me lo temía ―pensó―, ha llegado». Torció la esquina, caminó con decisión la calle hasta el puente del arroyo ―ya fuera del pueblo―, tomó el camino a la izquierda, atravesó bancales y rastrojos, llegó a la falda del monte y subió la ladera pinosa y matorralada de romero. Llegó a la cueva, que solo él conocía, se detuvo un instante, miró la noche y ¡plof! se introdujo en la sima. 

Desde entonces ―el dieciocho de diciembre― anda allí acurrucado el hombre, feliz a su modo, sin molestar ni ser molestado. A ratos mira el cielo recortado ahí arriba. Pronto oirá un lejano sonido de villancicos, matasuegras, zambombas, campanitas, y verá pasar por la boca de la cueva las sombras amenazantes de borreguitos, juguetes, belenes, melchores, papanoeles, estrellas fugaces, polvorones, gente, ruido. 

No es un asocial. Igual que las plantas tienen su período de reposo vegetativo y los osos disfrutan de su letargo invernal, él necesita cada año una temporada de “letargo navidal”, alejado de los ruidos, luces, parafernalias y excesos de estas fiestas. 

El ocho de enero abrirá un ojillo y verá que un cielo azul vuelve a ocupar el marco de su ventana rocosa, sin interferencias. Trepará hasta la salida, notará el aire frío en su cara, oirá el trino de un charlo lejano, verá la primera florecilla en el viejo almendro y, sin prisas, descenderá silbando hasta el pueblo ya despojado de su disfraz navideño. 

«Por ahí», contestará sonriendo a sus vecinos cuando le pregunten dónde ha pasado las navidades.

(Foto: la entrada (o la salida) de la cueva de Mayrena)

Comentarios

  1. Me he asomado por la boca de la cueva y a unos 7 metros en la penumbra con un libro en las manos alumbrado po una vela te he visto tu cabeza inclinada hacia la izquierda . No he podido contenerme y he gritado, felices Pascuas Diego!!.
    Luego me he arrepentido de perturbar el descanso del sabio....

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  2. No es una vela, es un e-book, Iota :) Si quieres te hago un laíco, pero no traigas zambombas ni vengas disfrazada de mamá noela :) Y felices pascuas, siempre.

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  3. Te prometo, que si no fuera por la edad, le pedía al protagonista de tu entrada, (al que creo conocer), una invitación para hacerle compañía.
    Como también tengo e-book, el silencio estaría garantizado a no ser para hablar de pájaros, estaciones y flores.
    Lo malo, la subida a esa cueva- refugio; ya no estoy para esos trotes.
    Un abrazo.

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  4. ¿Hay sitio para uno más?
    Hablo poco, no canto y no cuento chistes.
    Incluso puedo invitar a una ronda de romero y tomillo.

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  5. PEDRICE12/18/2017

    Totalmente de acuerdo. Además eso de "La noche buena se viene, la nochebuena se va, y nosotros nos iremos y no volveremos más....." no deja de tener su "mala follá", que decimos en Murcia.
    A hibernar como los osos......

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  6. Eso de que me hagas un laico me tienta si porque ando como un alma en pena. No temas que me vista co estravagancias ire como siempre. Vestida de negro con capuchon negro cobriendo mi curioso cabello y una tibia iluminada para andar en la oscuridad. Un silencio absoluto me acompaña. No temas , no hablo ni muerdo solo dejo pasar el tiempo , es mi destino...

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  7. Feliz Navidad y próspero 2018
    Un abrazo

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  8. Después de leerte, más que nunca me doy cuenta de que yo tengo mucha suerte pues en cualquier momento o lugar, me sé aislar en "mi cueva particular" donde ni oigo ni veo ni padezco el entorno donde está mi envoltorio corporal y sobre todo de la cual nadie conoce el camino. :D
    ¡Que lo pase bien el oso de las cavernas en su letargo navidal! ;)

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  9. Juan, cerca de la cueva hay una base de helicópteros para incendios forestales. Podemos hablar con los pilotos (lo malo es que son rusos...) y decirles que nos suban hasta la cueva :) Creo que seríamos buenos compañeros y hablaríamos de muchas aficiones comunes.

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  10. Qq, serás bienvenido. Pero por favor, no te traigas la trompeta :)

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  11. Lo mismo te digo, Pedrice, la cueva es amplia, cabemos muchos, pero en vista del éxito yo me pido dormir en la base de la estalactita :)

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  12. Iota, lo de la tibia iluminada me gusta. Tráete otra de repuesto por si se agota la batería de mi e-book.

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  13. Marijose, no te encuentro ¿dónde te metes? ¿Tienes una cueva tú también? :)

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  14. Diego, desaparecí de los blog pero no me olvido de los amigos

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  15. Me ha gustado mucho el relato, no es una mala idea; pero... creo que en una cueva tiene que hacer un frío terrible...

    Un beso.

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  16. Bueno, Fram, cada uno tiene su forma de plegarse en sí mismo. Disfruta de tu cueva particular! :)

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  17. Gracias, Marijose :) Y ya sabes dónde sigo (Una pena que hayas abandonado este mundo bloguero)

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  18. Sakkarah, no creas, a veces el frío está fuera.

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  19. Me alegro de encontrarte,,felices fiestas,,un saludo desde Murcia...

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  20. Hola, paisano. Yo también te deseo unas fiestas muy felices.

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  21. Uf, Diego, soy un poco claustrofóbica, pero la idea del letargo Navidal me tienta...

    Uhmm, una playita solitaria le iría como un guante a mi ánimo navideño o ya en plan loco y a la contra una Navidad peliculera con nieve y luces hasta en las orejas en New York. Ya ves que soy extremista.

    Lo mejor o lo peor, vete tú a saber que tengo empacho de buen rollismo, esto también pasa en un suspiro, Diego, y sin uvas, porque yo celebro el fin de año a la hora que me da la gana, y sin tele, nos vemos ya en un pis pas en el 2018 y vuelta a empezar.

    Espero que te hayas llevado una mantita, ahí parece que tiene que hacer un frío húmedo y pelón. ¡Feliz letargo Navidal¡

    Un abrazo,

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  22. No me hagas mucho caso, Tesa. En el fondo soy un cantamañanas, acabo de volver de pasar nochebuena en una casa rural con mis gentes más queridas. Eso sí, la casa está a 150 kms de Madrid, en un pueblito perdido de la provincia de Burgos. Es lo más parecido que he encontrado a una cueva :) Abrazo navidil.

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  23. Un agujerillo como ese me hubiera ido de narices pa pasar estos días que tan poco me gustan y que no se donde clasificarme. Veo, Diego, que tu los pasaste sin necesidad de agujero y estupendísticamente, me alegro. Besis.

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  24. Vente pa este bujero, gata, he metido una estufa de butano. Aquí ando "perdido entre dos mares, sin viento ni bandera, no quiero escaparates...", como canta nuestro fito cabrales :) Felidieciocho.

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  25. Menuda cueva para hibernar bien calentito, ajeno al frío y también a estos días de consumismo.
    Mi abrazo cálido, de osita (por hacer juego con tu cueva), espero vuelvas con tu inspiración admirable.
    Feliz Año, apreciado Diego.

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