Plegamientos

El mago subió al escenario entre el aplauso frío del público. «El doblamiento», dijo, escueto. Tras unos segundos de concentración, dobló en dos su cuerpo por la cintura, como si fuera de papel, de modo que su rostro quedó a la altura de sus rodillas. Luego volvió a doblarse. Repitió la operación 3, 4, 5 veces, de manera que a cada doblamiento disminuía la superficie visible de su cuerpo. Siguió plegándose, más pequeño, más pequeño, hasta convertirse en un punto que, al plegarse una última vez, desapareció. El público, ahora sí, aplaudió con fuerza puesto en pie, esperando que el mago comenzara su desdoblamiento y apareciese de nuevo sobre el escenario. Pero no ocurrió. Nunca reapareció. Nunca se lo volvió a ver. Nunca en su casa, ni en la montaña. Nunca en Jamaica, ni en Tombuctú. Nunca.

Comentarios

  1. Seguro que no lo tenía suficientemente ensayado.
    Un abrazo.

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  2. ¿Seguro que era un mago?... Creo, como Juan, que no tendría su número a punto. O con tanta gimnasia se quedó astascado y no consiguió desdoblarse (será la artritis me parece :D) Y no volvió porque su ego quedó dañado. (los artistas ya se sabe, tienen mucho idem)
    Graciosa entrada la de hoy. :)


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  3. PEDRICE11/14/2017

    Pues yo lo que veo es una urbanización de chalet adosados. Será la edad, pero yo veo eso.

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  4. Armonía de colores en las Desplegamientos al menos.

    A mí me da, Diego, que era una figura hermosa y aparentemente sencilla de papel, hasta que algún curioso la desplegó para destriparla y ya no supo como montarla de nuevo.

    Por eso hay que tener mucho cuidado con lo que se "manipula" ya que no es fácil que todo vuelva a su estado anterior y mucho menos si eres un manazas.

    Hermosa viñeta "I have a dream..." Diego, ojalá haya un resquicio para la esperanza cuando nos despertemos del sueño.

    Ah, cuando yo llamé a mi hijo Adrià, hace 39 años, no era un nombre de moda como hoy, nunca se encontró con otro niño que se llamara igual que él en el colegio. Me encanta el nombre, y en catellano también.

    Un beso,

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  5. Juan y Framboise, yo creo que lo que ocurrió es que no se leyó bien las instrucciones del truco o no venían las del desdoblamiento. O desapareció en un agujero negro... Esperemos que reaparezca. O no :)

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  6. Yo veo un castillo de naipes, Pedrice. La edad... :)

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  7. Tesa, yo, que soy optimista, estoy convencido de que la imagen que refleja mi viñeta se hará realidad. Curioso lo que me cuentas de Adriá. Mi hijo mayor (de la edad de Adriá, y padre de Adrián) se llama Hugo. En aquella época era el único Hugo en su entorno infantil. Hoy dices Hugo en cualquier parque y se vuelven 10 niños :) Un beso.

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  8. La magia es lo que tiene...
    Siempre me han fascinado las pajaritas de papel.
    Abrazos, Diego.

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  9. Hola, Maripaz. Yo siempre fui un petardo en cuestiones de papiroflexia. No pasé del barquito de papel :)

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  10. Pobrecillo, solo tú tienes el poder de ayudarlo, a ver si se te ve el detalle!!!

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