Viajar de gorra

No, no voy a hablar de los parlamentarios ―esos políticos cuya misión fundamental es votar lo que les ordena su señorito respectivo, aparte de la de intentar conservar su poltrona como sea―, que tienen el privilegio de viajar gratis por todo el territorio nacional. De gorra, vamos. O por la cara. 

Me refiero a un hecho que me sucedió hace unas semanas. Ascendía por el monte desde un lugar A a otro B situado mil metros más arriba, donde hay una fuentecica de aguas claras ideal para echar unos buches reponedores, trajinarse el bocata de lomo y soñapensar contemplando la belleza del enclave. Yo me muevo por los montes calado siempre con una gorra, para evitar los chorreos que me echa mi dermatóloga por no hacerlo, “que si patatín, que si patatán, te voy a prohibir andar con la calva al aire, luego me vienes con la piel cubierta de technicolores, eres imposible”, qué cruz… 

El caso es que al llegar a B, sudoroso después de dos horas de ascensión, me abucé a la vera de la fuente para beber, me quité la gorra ―mirando las cimas de los pinos por si aparecía el ojo escrutamenazador de mi dermatóloga―, la dejé sobre la hierba… y entonces la vi. Ese día llevaba una gorrilla roja, una de mis preferidas para los calurosos días murcianos, y, sobre la visera, confundiéndose con las letras que anuncian no sé qué producto comercial, estaba la abeja. Adormilada, inmóvil, relajada, feliz. Posando para la fotografía. Sin duda se había subido a ese confortable balcón en A y, sin dar un solo aleteo, había llegado hasta B. Lo que más me fastidió es que, después de desperezarse unos segundos, se largó volando sin darme las gracias ni preguntar si debía algo. 

Para evitar nuevos abusos y faltas de educación, el regreso de B a A lo hice sin ponerme la gorra, que se joda mi dermatóloga.

(Foto: abeja sobre la visera de mi gorra)

Comentarios

  1. PEDRICE5/21/2018


    Yo, Diego, que por edad, dignidad y gobierno, se poco de mucho y mucho de casi nada, te recomiendo que antes de ir de A a B, o de B a A, te "laquées" la calva con matamoscas. No falla. No se te acercarán insectos moscas o abejas. Claro que tampoco personas...... Eso me recuerda a alguien y la esencia de romero....

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  2. Pobrecilla, después de que tu abuzaras, tan ricamente, ni siquiera tuviste el detalle de ofrecerle un "buchito" que seguro necesitaría.
    De manera que hizo bien, haciendo un "simpa".
    Un abrazo.

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  3. Jajaja, Diego toda una odisea por esos montes perdidos. Me das un poco de envidia porque intuyo que estás en plena forma. El único problema lo solucionas bien con la gorra...
    Oye, te quedó bien guapa la foto con la atrevida abeja. Un poco mal educada sin despedirse, pero bueno...
    Abrazos montañeros.

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  4. Con estos colores tan vistosos que gastas, o te tomo por una flor :D... o por un autobús turístico. Y pensó que con el trabajo que le da la miel que te zampas, estaba su viaje bien pagado. Mira que no ofrecerle el billete de vuelta...
    A ver si se entera tu dermatóloga de lo desobediente y rácano que eres. :)
    Besos de vuelta

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  5. Pedrice, no está mal lo de insectivizarse el cuero calvelludo, lo probaré en mi próximo paseo. Lo malo es que entre eso y la crema solar de protección 50 mi cabeza va a parecer una ensalada que no sé si va a atraer más bichología de la que rechaza. Ya te contaré.

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  6. Juan, quizás tengas razón, debía haberle invitado a un buchito de agua. Lo malo es que, con esa generosidad mía, quizás habría llamado a sus colegas al grito de "aquí invitan" y el camino de vuelta de B a A lo hubiera hecho con todo un enjambre sobre la visera. Abrazote.

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  7. Maripaz, no creo que esté en mejor forma que tú, con esos paseos que te das por Pamplona, máquina de fotos en ristre, enseñándonos a conocer muchas de sus facetas. Lo importante es no quedarse parados, caminar, caminar, caminar. Abrazos soleados.

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  8. Fram, viendo la foto pienso que la abeja igual estaba aprendiendo a leer, tan concentrada está sobre la N. Mi dermatóloga (que existe realmente) es un encanto de persona, que conoce mis aficiones "extramuros" y procura compatibilizarlas con los tratamientos que me recomienda. Le dedico esta entrada, aunque sé que nunca la leerá :) Bienvenida, abejilla viajera.

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  9. A mi me parece que la abeja se ha portado muy desprendidamente contigo. Esas criaturitas del señor pueden tener muy mala uva. Sentada yo una mañana de primavera a la orilla de un ria chuelo,canturreaba feliz. Cuando senti un agudo dolor en un brazo, con grito incontenible me leva te de un salto sacudiendo a una maldita abeja que habia perdido su aguijon detro de mi inocente carne. Alli en el suelo yacia muerta. Ya sabes Diego que cuando pican con rabia mueren. Despues de ponerme un kilo de barro sobre la picadura me puse a cantar con voz desafinada y chillona, muere bicha traidora que a mi hermoso brazo desdoras.
    A ti te ha respetado, quizas tu atractiva calva le a enamorado

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  10. Te leo con una sonrisa puesta, Diego, y también como Maripaz envidio tu buena forma que te permite hacer el cabra por los montes con gorra y sin ella.

    Madre mía, Diego, hace que no zascandileo por el monte un montón, mis rodillas ya sólo aguantan sin rendirse la bicicleta estática, sobre la que me permito soñapensar como tú, con la vista puesta en los cielos madrileños por encima de los tejados y me siento el niño de ET.

    La gorra muy vistosa y la abeja amigable y concentrada en esa N que le debe parecer de azúcar.

    Un placer siempre pasar por aquí.

    Con lo de sol nos tienen locos, Diego, si tomas poco te falta vitamina D, si mucho ya sabes lo que te dice tu dermatólaga...

    Besicos,

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  11. Es que de esa cabeza salen tantas cosas, que tienen que tener el camino libre, qué coco eres, siempre acabo diciendo lo mismo! Me encantas, besos, artista.

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  12. Algo le harías IOTA, a la humilde abejita... Cuando una abeja o una avispa te pican es porque has invadido la zona donde tiene su colmena/avispero (y defiende su prole como defenderías tú la tuya), o porque la has pisado (se defiende), o porque has empezado a mover los brazos para espantarla (te toma por algún bicho que quiere agredirla) Si dejas a una avispa o abeja tranquila, puede posarse en tu mano sin picar, ni morder. Quizás hasta te dé un beso en su idioma afectivo abejero/avispero :) Yo lo he hecho muchas veces y funciona. Un beso abejero (pero no te quedes con mi aguijón :)

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  13. Tesa, a mí siempre me han llamado "el cabra" de tanto que me gustan los riscos y las montañas. Y las consecuencias, ya se sabe: epiteliomas a cascoporro al cabo de los años. Me han quitado cantidad. Mi dermatóloga, cada vez que me quita uno, cuando me "cose" lo hace con unos puntos a prueba de mis "cabreces", para evitar que se me descosan por esas laderas. Una santa, mi Ester del alma, la quiero un montón :) No dejes de soñapensar, Tesa :)

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  14. Virgi, muchos besos para ti :)

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