Vientos

Eres viento que va y vuelve, no permaneces. No te gustan los vientos estáticos que esperan el regreso de los vientos que se fueron, esos no. Prefieres que, cuando acudes al punto de reencuentro, lo que te espera es un viento que llega a vuestra cita después de haber sido también viento de ida y vuelta. Y allí reíros, contaros, enzarzaros, mezclaros, unir vuestros sabores y aromas renovados, vuestros pólenes arrastrados desde otras coordenadas. 

Y luego retiraros cada uno hacia sabediós, sin preguntas ni reproches, hasta que otra ventolera os junte en cualquier lugar y momento que ya elegiréis. 

Vientos golfos, vientos frescos, vientos vivificantes.