Letra presa

La mano se mueve, oscila el bolígrafo. O quizás es el bolígrafo el que mueve la mano. Las letras, hasta hoy presas y comprimidas en el cartucho de tinta, van surgiendo ordenadamente, componiendo palabras y frases con sentido. Las letras se sienten al fin liberadas, gritan su alegría, se abrazan con las colaterales (excepto la p y la n, que vivían una historia de amor intenso en el interior del cartucho, difícilmente repetible a la luz de la caligrafía). Pero pronto se dan cuenta de que siguen presas, ancladas a una línea y un papel de los que no se podrán desprender nunca. Al menos ahora alguien las leerá (piensan), si es que no quedan confinadas para siempre en una libreta olvidada.

La libertad absoluta es imposible, se mueve a saltitos, en círculos concéntricos, como los electrones en torno al núcleo atómico, planck, planck.

Comentarios

  1. La mano se siente alegre al escribir y al dibujar, por que sabe que la mueve alguien que ya aprendió a pensar.
    Un abrazo.

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