La caja

Apareció al pie del árbol estas navidades. No esperaba ningún regalo (el año 2019 no fui demasiado bueno, tengo que reconocerlo), pero Papá Noel se acordó de mí, sabe el diablo cuáles son los criterios morales que aplica para distinguir la bondad de la maldad. El caso es que se acordó. Era (es) una caja gris, una especie de maletín. La tomé en mis manos, ilusionado, y empecé a analizarla (no había instrucciones ni nada que ayudara a su interpretación). Lo primero que me llamó la atención es una pantallita que aparece en la parte superior, roja, con números que varían según una secuencia que no supe descifrar. Un poco a la derecha, una antena fija de unos veinte centímetros de longitud. En la parte frontal, un botón amarillo, una extraña rejilla y un piloto rojo que emite luz intermitente mientras se oye un ruidito continuo del tipo “tripiti, tripiti, tripiti”, no muy intenso pero molesto. El resto, baquelita gris. Ningún gozne, ninguna tapa, ninguna pila, ningún asa, ningún OFF para detener el artilugio. Intrigado, apreté el botón amarillo para ver qué ocurría. El aparato empezó a vibrar ligeramente mientras emitía un sonido semejante a “gñimmm, gñimmm, gñimmm” durante unos segundos y luego se detuvo, aunque seguía el piloto rojo encendido, la pantallita roja de números intermitentes, y el molesto “tripiti, tripiti, tripiti”. Desesperado de tanto incordio inútil, al cabo de una semana decidí llevarla al punto limpio, dispuesto a deshacerme de la maldita caja. Pero al preguntar en qué contenedor la depositaba, la encargada, después de mirarla de arriba abajo, me dijo que ese tipo de residuo no estaba tipificado y que debía llevármela conmigo. Al volver a casa, la arrojé violentamente al suelo, para destriparla, pero fue inútil: rebotó ligeramente y quedó inmóvil e intacta, emitiendo sus gruñidos obsesivos.

Y ya llevo quince días soportando los tripiti, los gñimmm, las lucecitas intermitentes, la baquelita gris, los temblores, sin saber cómo deshacerme de semejante engendro, cómo detenerla, me estoy volviendo loco poco a poco, poco a poco.

Para el año que viene le voy a pedir a Papá Noel que se deje de artilugios originales y me traiga carbón directamente, que al menos me servirá para hacer unas buenas barbacoas en la sierra.

Comentarios

  1. Mientras yo, pensando en mis problemas del fin de semana pasado.
    Eso no lo soluciona ni un chaval de 12 años.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Yo creo que estás equivocado en cuanto a Papá Noël pues lo conozco desde hace... muchos años. Y si bien a veces conmigo se equivoca de color, nunca se equivoca en cuanto al regalo; con lo cual, aunque te merecieras esto tan incordioso (doy fe que no has sido bueno el año pasado :D), creo más bien que no ha sido él el remitente, sino los reyes;  y tú lo sabes ya que hablas del carbón que Papá Noël nunca trae, ni para la barbacoa  jajaja.
    En cuanto al artilugio, me gusta su número tan lleno de significado y recuerdos para mí... 
    Con algo de paciencia, se le terminarán las pilas y se callará. Y a lo mejor, hasta lo echas de menos más tarde. :D
    Un besico, gracioso :)

    ResponderEliminar
  3. Pero admirado maestro, que me caiga un rayo si no puedo entender que te esta ocurriendo. Tu mente clara y agil que siempre ha demostrado gran sabiduria , ahora se atasca ante algo tan sencillo. Esa misteriosa caja ( de baquelita) es un claro artefacto alienigeno que contiene amplia informacion de una de nuestras lunas. No trates de romperla , es inutil. Solo te rogaria encarecidamente trates de averiguar el mistedio que encierra. Tu eres sabio y con paciencia y unas cuantas horas puedes hacerlo.Please Diego please xxx

    ResponderEliminar
  4. Diego...Extraño aparato si los hay...Me desconcierta que no pare de sonar y que sea irrompible...
    Que me disculpe el comentarista anterior pero no creo que sea una artefacto alienígeno...¡lo cual sería fabuloso!
    Imagina que si lo fuera, podrían estar estudiándote para transportarte un día hacia ellos pero...
    A mi me parece que lo que están estudiando es...¡tu presión arterial! ¿O no que 78 es un muy buen valor para la tensión baja?
    Eso debe ser amigo. Algún inventor medio chiflado lo está probando contigo, pero en vez de anunciarse como corresponde lo dejó abandonado para que vos lo encuentres y se genere un halo de misterio a su alrededor y te altere un tanto, lo cual sería óptimo para ver como llevas tu presión arterial ante tanta situación irregular.
    ¡Ni te inquietes que ya tendrá que pasar el tipito a buscarlo para ver como funciona su nuevo invento!
    Abrazo

    ResponderEliminar
  5. No sé, Juan, cuando se lo enseñé a mi nieto Mateo me dijo: "Abi, te han regalado un fildurcio cuántico". Y se largó si dejarme ni preguntarle: "¿Y eso qué é lo que é?"

    ResponderEliminar
  6. Framboise, quizás ha pasado lo que dices, aunque yo creo que la carta la escribí a Papá Noel (Los RRMM ya hace años que no creen en mí). En cuanto a esperar a que se le acaben las pilas, te recuerdo que ¡no tiene pilas! :D

    ResponderEliminar
  7. Iota, llevo días observando el fildurcio y soy incapaz de deducir cuál es su utilidad. Me doy dos días más y, si no lo consigo, lo pongo a la venta en wallapop (precio recomendado: 1 €)

    ResponderEliminar
  8. No sé yo, Lu... He intentado saber si es un medidor de tensión arterial, como sugieres. chupando la bolita que hay en el extremo de la antena. Los numeritos han empezado a variar: 78. 3. 567... hasta que ha aparecido "log 46" (¡logaritmo de 46!), lo cual ha aumentado mi desconcierto. ¿Será un medidor de neutrinos?. Mejor lo dejo como está y recurro al wallapop, eso es lo que voy a hacer, estoy deseando deshacerme de la cosa.

    ResponderEliminar
  9. Me has hecho reír, Diego, aunque el fildurcio cuántico resulta tan inquietante como la intención de Papá Noel al dejártelo precisamente a ti.

    Entiendo que los ruiditos deben ser muy irritantes, pero creo que intentaria descifrar el enigma antes de deshacerme de él como última medida, porque soy muy cabezota y curiosa.

    Pero como dices que ya lo has intentado todo, deberías encontrar un Físico experto en Macánica Cuántica, que este interesado en iniciarse en fildurcios inestables.

    Gracias por este buen rato, incluido relato y viñeta, Diego.

    Un abrazo,

    ResponderEliminar
  10. Tesa, al final he decidido comprar una canastilla, un chupete y una mantita, envolver al fildurcio en la mantita, meterlo en la canastilla y dejarlo en la puerta del convento de las monjitas de mi pueblo. A ver si lo recogen, lo alimentan (¿qué comerá?) y lo cuidan como sin duda merece...
    Abrazo cuántico.

    ResponderEliminar
  11. Jajaja, Diego, menudo regalito te ha tocado...
    Un artefacto original, que tú, con tu buena pluma has hecho protagonista de una peli de esas de personajes de otras galaxias.
    Te ha quedado genial.
    Si tardan mucho en acabarse las pilas, lo mejor es dejarlo en la canastilla a las puertas de las monjitas. Te lo van a cuidar seguro.
    Abrazos divertidos te envío hoy.

    ResponderEliminar
  12. Me encanta tu idea, Diego, mucho mejor con las monjitas, que dejarlo a la derva en cualquier rio contaminado de la Comunidad cual Moisés cuántico.

    Puede que coma neutrinos. Ya me veo a las monjitas adorando al Sol implorando el "maná" para alimentar a su pequeño huerfano abandonado.

    Más risas, Diego.

    Un abrazo,

    ResponderEliminar
  13. Estaba asomada a mi ventana cuando algo en mi lateral, me llamó la atención...
    ¡¡Cielos!! Diego echa una manta encima de esta cosa, aléjate de ella y llama a los bomberos: ahora tiene una luz parpadeante y tiembla ¡¡va a explotar!!
    Lo que me confirma en mi primera idea: no puede ser un regalo de Papá Noël jajaja
    ...Espera... ¿Oyes algo?... jem... a ver si va a ser un animalito de compañía lo que han encerrado ahí dentro para gastarte una broma...
    Volveré a ver lo que ha pasado ;)

    ResponderEliminar
  14. ¿Has probado a apagarla y volverla a encender?

    Besos desconcertados

    ResponderEliminar

Publicar un comentario