Relojes incompatibles
Un solo cuerpo con cuatro brazos que lo acarician,
una piel única que no empieza ni termina,dos corazones que laten al unísono,
la misma sonrisa brotando de dos miradas cómplices,
un tiempo sin horas, sin minutos, sin destino.
Demasiada belleza, demasiada pasión,
demasiada ternura para que desaparezca
en las agujas indiferentes
de los relojes incompatibles.
Marca la arena
ResponderEliminarSin agujas ni pilas
el tiempo vivo.
Un abrazo.
Te conteste largo a tu escrito anterior todo parecia en orden y te lo envie ilusionada. Me habia divertido lo que te mandaba pero la maldita maquina no quiere que te llegue perdi tu correo asi que no puedo explicarte que pena eslero por si este te llega.xxxx
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ResponderEliminarA veces ocurre.
Bueno, a mí, casi siempre.
Snifffff.....snifffff....snifffff....
Siento infinito no poder comentar esta entrada.
ResponderEliminarHace muchísimos años me quité, o me quitaron, el reloj de la muñeca, y ya ni me acuerdo para que sirven.
Mi tiempo es mío, y la arena para los desiertos, y las horas para los que vivan pendientes de ellas.
Por cierto Diego. ¿Que hora es?.......
Juan, eres el Rey del Haiku :)
ResponderEliminarAbrazo
Anónimo, no sé si te identifico. Te voy a enviar un correo al que tengo tuyo para que recuperes mi dirección. A ver si hay suerte :)
ResponderEliminarGata, tú eres todo menos incompatible :) Me alegra un montón verte por aquí. Besico :)
ResponderEliminarPedrice, son exactamente las 465.973 granitos de arena arriba, 12.648 granitos abajo en mi reloj de arena :)
ResponderEliminarQurido Diego tambien mi correo cambio un poco antes era yahoo.es ahora es gmail.com. intentalo a ver si conseguimos conectar. What a messs xxxx
ResponderEliminarYa lo he hecho. Me cuentas xxxx :)
ResponderEliminarVengo poco, pero bien que aprendo y disfruto, eres un crack, tienes mucho talento para múltiples cosas.
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