Los premios IgNobel 2019 (y2)

IgNobel de Ingeniería 
Título: Máquina automática para cambiar pañales a bebés
Autor: un ingeniero iraní. 

El artilugio incluye una cámara principal, una ventana de vidrio, un asiento, un soporte para las piernas, un cinturón de seguridad, un brazo articulado quita-pañales, un aspersor y una secadora. Todo ello configurado para que el bebé salga limpito, duchado y pañalizado (y cabreado, supongo, con tanto meneo). Es curioso que todos estos inventos “domésticos” (fregona, etc.) sean obra de hombres. Y no es porque a la mujer le falte imaginación, que le sobra, sino que el hombre es más vago y, con tal de no tener que estar doblando el espinazo fregando suelos, o llenarse de caca tratando de cambiar el pañal a un bicho que se mueve que no veas y no se deja manejar, es capaz de idear los engendros más peregrinos.

IngNobel de Economía 
Título: Transmisión de bacterias a través de billetes de Banco.
Autores: varios científicos turcos, alemanes y holandeses.
El objetivo de este estudio fue determinar la supervivencia de bacterias diferentes en billetes de varios países, y la transmisión de estas bacterias a las personas que manejan dichos billetes. La supervivencia más alta correspondió al Leu rumano, en el que algunas bacterias pervivieron seis horas después de lavarse y secarse los billetes. Si bien una variedad de factores como los niveles de higiene de la comunidad, el comportamiento de las personas, etc. influyen en la transmisión de microorganismos resistentes, la conclusión del estudio es que el tipo de papel de billete debe ser una variable a considerar a la hora de confeccionarlos.

IngNobel de Física 
Tìtulo: ¿Por qué son cúbicas las heces de los wombats?
Autores: equipo internacional de investigadores (EEUU, Australia, Nueva Zelanda, etc.)
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Los wombats son unos marsupiales australianos herbívoros. Presentan la característica distintiva de producir heces cúbicas, única en el reino animal. Las estructuras cúbicas artificiales se hacen por extrusión o moldeo, pero hay pocos ejemplos de esta hazaña en la naturaleza. Se analizó el sistema intestinal de ejemplares de wombats atropellados en carreteras. Se comprobó al inflar su intestino que este presenta en su extremo cuatro densidades transversales diferentes, lo que hace que la presión allí sea menor y, en consecuencia, las cagarrutillas emerjan en forma de pequeños cubos. Como aplicación, se me ocurre que, utilizando dichos intestinos en la elaboración de morcillas, salchichones y chorizos, quizás se conseguiría que estos adoptasen la forma cúbica, lo que facilitaría su almacenamiento y distribución. 

Comentarios

  1. Como dijo El Gallo: "hay gente "pa tó".
    Aunque siempre viene bien una sonrisa al principio de la semana y de la estación.
    Tus dibujos, como siempre, geniales.
    Un abrazo.

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  2. Una carcajada matinal siempre viene bien en efecto, Juan :)
    Tengo unas preguntas... ¿El ingeniero iraní tiene hijos?... Lo pregunto porque se va a gastar una fortuna en psicólogos para desestresar a los bebés :D
    ¿Ha probado su artilugio con adultos para desinfectarlos del contacto con los billetes de sus colegas?...
    En cuanto al tercer invento...Yo pensaba que los chinos habían inventado las sandías cúbicas y descubro que tenían precursores en esto de la racionalización del almacenaje :D
    Una sonrisa, gracioso :)

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  3. Me hicistes reir con los inventos, cambiador de bebes ja ja pobrecitos como van a salir de ahi ja ja.
    Pero lo de los billetes es todo un tema, siempre hacen análisis de las bacterias y cada vez son mas resistentes, yo me lavo cada vez que toco un billete.
    Un saludo Diego!!

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  4. Me chifla enterarme de estos inventos. Son tan locos y dicvertidos...

    No te creas, Diego, que una máquina de esas cambia pañales en algunas cacas explosivas de mi nieta, donde sabes cómo empieza pero no hasta donde llega el derrame hasta que vas abriendo las diferentes capas...

    Uf, lo de los billetes, que asquito, no los toqueteo mucho...soy un poco tiquismiquis, me lavo las manos en cuanto llego a casa si he cogido el Metro, y es que se me pegan todos los constipados del mundo y se quedan conmigo más de lo normal.

    Y las cacas cúbicas, aparte de lo del almacenaje, las encuentro muy estéticas... Ahora que sé algo de sus intimades, voy a ver qué cara tienen estos marsupiales.

    Un placer con risa asegurada, Diego.

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