Bancales

Hace años, hurgando entre papeles y cosas antiguas de mi padre encontré, en un cajón olvidado, un pequeño tesoro que no dudé en robar (seguro que me lo habrá perdonado). Es un cuadernito de tapas azules, pequeño, en cuyas hojas aparecen, esquematizados, los dibujos y características de los bancales de Mayrena. 

(Mayrena es una finca de mi padre que, al morir, nos legó a sus siete hijos y que ahora pertenece, entre hijos vivos, nietos y adláteres, a mogollón de personal. Pero sigue siendo Mayrena). 

El cuadernito no tiene desperdicio. Recoge, primero en un mapa general y luego bancal a bancal, la situación, nombre y superficie de cada uno de ellos. Debió de confeccionarse (¿quién lo hizo?) a mediados del siglo pasado. Los bancales están trazados de forma aproximada, a “ojo de buen cubero”, o “al buen tuntún”, no importaba la precisión sino la información. 

Los nombres de los bancales son realmente curiosos. Existen cuatro tipologías, cada una relacionada con la “personalidad” del bancal: bancales con nombre de lugares, bancales con nombre de personas, bancales con nombre de “cosa”, y “guinchas”. 

Entre los bancales con nombre de lugar están “Las paradas”, “Treinta mil reales”, “Arbolea vieja”, “El lavadero”, “El laurel”, “El copo”… cada uno haciendo referencia a su antigua ubicación, hoy difícilmente reconocible. 

Los bancales con nombre de persona son muy sugerentes: “El Emigrado”, “El Arrogante”, “Las Marías”, “El Chavo”, “El tío Antón”, “El Cantarero”, “El Juaniso”, “El Gitano”, “El Prudente”. ¿Quiénes eran estos personajes? Seguramente antiguos aparceros que, en tiempos pretéritos, habían cultivado estos pequeños trozos de tierra. 
Los bancales con nombre de “algo” son pocos: “El martillo”, “Los cuadricos”, “Los cinco cornejales”. Se ve que a estos no los quería nadie y les dieron nombre de cosa al confeccionar el plano. Me gusta el de los cinco cornejales (cinco esquinas). La palabra cornejal se sigue empleando para designar las esquinas de los bancales, donde dicen que se reunían las cornejas para hablar de sus cosas. 

Finalmente están las “guinchas”. Preciosa palabra que creo que solo se utiliza en el noroeste murciano y que se refiere, diríamos, a los “retales” de tierra cultivada. Son bancales estrechos, situados a pie de monte, aprovechando la última pendiente favorable, muy poco productivos. Entre las “guinchas” mayreneras están “Guincha Honda”, “Guincha de los Almenes”, “Guincha de Gol” y “Guincha del Vivero”

Hoy no queda nada de esa estructura. Con la transformación a regadío por goteo, que no sabe de desniveles, se unificó toda la superficie en una sola parcela (se “trajilló" con un tractor) y en el “totum revolutum” desaparecieron nombres, lugares, cornejales y guinchas. Solo los más viejos del lugar recuerdan malamente dónde se encontraba según qué bancal. La tecnología no tiene en consideración las tradiciones, ¡ingrata!. 
Y si se perdieron los nombres también se perdieron las unidades que definían las superficies de cada bancal. Como indiqué más arribotas, junto al mapita de cada bancal, en el librito se indica su superficie y límites. Las superficies se definen con dos sistemas diferentes: 
.  áreas y centiáreas
. fanegas, celemines, cuartillos y varas, sistema mucho más sorprendente para mí. Por ejemplo, según los datos recogidos en el cuadernito, el “Bancal de los Cinco Cornejales” tenía una superficie de 2 fanegas, 10 celemines, 3 cuartillos y 24 varas. Difícil de entender esta clasificación tan ajena a las unidades de superficie actuales, pero que seguro nuestros abueletes comprendían sin más explicaciones. Algún día investigaré sobre el origen de estas interesantes unidades de medida, hoy en completo desuso.

Y os dejo, que luego a luego llega la primavera y tengo que majencar mis dos tahúllas del copo, no sea que no alcancen a brotar los borrones de los albercoqueros por falta de oreo.

Comentarios

  1. Ana María3/02/2020

    Diego, qué bonito cuaderno.

    Las fanegas y esas cosas tengo entendido que es la cantidad del cultivo que se saca de ese trozo,por lo que aprendí en Hornillayuso, y aunque un bancal sea grande si da poco tendrá pocas fanegas.

    Besitos desde el sur ;)

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  2. Me gustaría tener, aunque fuera un lejío, lindando con tus bancales, donde poder orearme recordando viejos vocablos, antiguas medidas y viejas costumbres que nos hicieron sentirnos hombres tan de tierra tierra.
    Un sincero abrazo, amigo.

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  3. ¡Vaya joya de cuaderno!
    Por su valor afectivo y por el interés que tiene. Digno de estar en un museo etnográfico.
    Me han encantado los nombres de personas de los bancales. Unos personajes sin duda de época.
    El nombre de la finca, Mayrena, me recuerda a tu otro blog.
    Es bonito conservar la finca en memoria de tus ancentros. Estoy segura de que tu padre gozaría viéndoos disfrutar junto a las nuevas generaciones de la familia.
    Gracias por compartir este bonito relato tan entrañable y personal.
    Abrazos

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  4. Bella y emotiva historia la que hoy nos cuentas Diego.
    No sabía que eran los bancales, así que, google mediante, ahora lo sé.

    Ciertamente lo que has encontrado es un enorme tesoro. Y seguro que tu padre no solo te lo ha perdonado sino que, por donde sea que anduviera, se habrá sentido feliz de que lo valores y lo conserves.

    Fuerte abrazo amigo y ojalá "tu cuadernito" siga circulando de generación en generación como lo que es: Un verdadero tesoro familiar.

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  5. Ana, las fanegas son unidades de capacidad o de superficie. Creo recordar que una fanega de tierra es la superficie que se necesita para cultivar una cantidad determinada de trigo. Por eso su suoerficie depende de la productividad de cada zona. Una fanega "murciana" tiene una superficie de 1.677metros cuadrados.
    Te mando una fanega de besos y dos celemines de abrazos :D

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  6. Juan, no conocía la palabra "lejío". Gracias por enseñármela. Me gustaría conocerte algún día e intercambiar estas palabras que, por desgracia, cada vez se utilizan menos. Seguro que nos sorprendería la cantidad de esas palabras que coinciden (o se parecen) en Murcia y en la Mancha (sobre todo en Albacete). Y de paso despachábamos juntos unos gazpachos manchegos :)
    Un abrazo.

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  7. Maripaz, yo siempre me pregunté quién era ese "emigrao", ese "juaniso" y sobre todo, ese "prudente", personajes sin duda interesantes y con una historia que contar. En Caravaca muchas personas mayores tienen un mote y a muchos se los conoce más por el mote que por su nombre real.
    Un besazo.

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  8. Lu, un bancal es más o menos lo que es un andén en los Andes, pero con matices. Sí es un tesoro el librito. Y lo guardaré hasta que un día un hijo o un nieto lo encuentre en un cajón olvidado de mi armario y me lo robe sin pudor (lo ocultaré poco para facilitarles la labor). Que lo disfruten como yo lo hago.
    Beso trans fronterizo.

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  9. Este cuadernito es una joya en efecto, por el amor a la tierra de quien lo redactó con tanta precisión sabiendo que era un legado para las generaciones siguientes y también por sus palabras en desuso. (me ha sorprendido lo de "cornejal" que también se usa en las tierras de mis suegros pero me explicaron que venía de un arbusto que allí crecía...bueno, quizás llamaban a los arbustos así por ser el lugar de reunión de las cornejas también jaja)
    Y este cuaderno me ha recordado uno que tengo de mi abuela bretona pero... jajaja lleno de recetas de cocina, a veces difíciles de descifrar no por su caligrafía que era preciosa sino por su mezcla de idiomas y referencias a gente de la familia y amigas que recopilaban el saber de sus propias abuelas... Pequeños tesoros...
    Un beso mayrenero

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  10. No tenía ni idea de lo que eran las bacanales, diego, gracias a ti hoy he aprendido algo nuevo.

    Me encantan estos cuadernos.

    Un beso.

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  11. Fram, he estado investigando y he descubierto que "cornejal" no deriva ni de corneja (este pájaro no es frecuente en esta zona murciana, supongo que se reunirán en otros lugares para contarse sus cosas) ni de cornejo (arbusto, Cornus sanguinea, propio de zonas húmedas y umbrosas, poco frecuentes también), sino de "cornicula", cuerno en latín. Setadir, el nombre cornejal indica que su forma es de cuernecillo, más o menos. Curioso. Por otra parte, creo que nunca encontraré un cuaderno de recetas de cocina escrito por mi padre, en eso me considero su heredero :)
    Beso.

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  12. María, en los bancales de Mairena también hemos montado buenas bacanales :)
    Beso.

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  13. Me ha encantado este post, tiene de todo lo que a mi me gusta. La herencia repartida, ese nombre tan bonito de la finca... la nominación de los bancales y lo que más...

    ...ese cuaderno escrito y dibujado a mano que encontraste, un tesoro para guardar siempre.

    Y qué decirte, Diego, de esas palabras que empiezan a olvidarse y que a mi tanto me gustan...

    ...Ahora soy muy "cosmopolita" pero he tenido una infancia pueblerina así que sé lo que es una fanega y un celemín, y sé que tienen diferentes capacidades o metros dependiendo de las zonas...

    Las bacanales no son tanto lo mío, me río, pero los bancales sí.

    Me vino a la memoria la película "Amanece que no es poco" que he visto tantas veces y me he ha hecho reír tanto, y me acordé de aquella guapa muchacha a la que le crece un mozo en el bancal...


    Un disfrute pasar por aquí, Diego.

    Muchos besos,

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