Abrazarte
abrir mis brazos, mi sonrisa,
sentir que se abren los tuyos
y abrazarme a ti; notar
tu calor en mi pecho,
tus manos en mi espalda,
tu cuello tibio en mis labios.
Y susurrarte al oído
que todo ha pasado,
que solo fue un mal sueño,
que pronto volveré a contagiarme
de ti sin trabas, amarguras ni distancias.
Llegará ese día antes de que el calor
de tus abrazos se convierta
en un recuerdo sin esperanza.
(Foto: mono abrazador sobre paisaje mayrenero de albaricoqueros florecidos)
Tal cual lo que yo quisiera, querido Diego. Veo que la primavera anda por ahí, y aunque no sea real ahora mismo, espero que llegue antes que tarde. Ya sabes, un abrazo enorme, sigo mirando tus ocurrencias inteligentes, minimalistas y gratificantes.
ResponderEliminarAmigo mío: eres un todo terreno que funciona con la suavidad y elegancia de una berlina de lujo.
ResponderEliminarMe ha impresionado tu poema:
... que solo fue un mal sueño
que pronto volveré a contagiarme
de ti sin trabas, amarguras y distancias.
Ya no sólo te conformas con esos pequeños/grandes dibujos que nos hacen pensar es que, además, te "marcas" un poema como ese.
!Vale, tío!
A ver con que nos sorprendes la próxima vez.
Un abrazo, todavía en la distancia.
Me has emocionado, Diego, debe ser que mi dieta restrictiva de abrazos, besos y achuchones empieza a debilitar mi temperamento estoico.
ResponderEliminarConmovedor y precioso tu poema, Diego, y esa viñeta con un fondo tan florido y apetecible para alimentar la esperanza.
Y hablando de alimentar, qué ricos los albaricoques.
Un abrazo,
Hola, Virgi. La primavera no entiende de virus, afortunadamente. Aunque esa cosecha prometedora se puede ir al garete si cae un pedrisco, o hiela, o hace mucho calor, o ataca el "cabezudo", o llueve mucho, o llueve poco de aquí hasta que maduren los "albercoques". Los sinsabores del agricultor. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarJuan, me gustaría mucho que ese abrazo virtual nos lo pudiéramos dar algún día personalmente. Creo que tenemos mucho en común, aparte de los muchos almanaques recorridos (o deshojados :). A ver si cuando acabe este confinamiento necesario hago por verte, cuando estoy por Murcia no me pillas tan lejos.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
Querida Tesa, me gusta ver que sales de tu confinamiento, estamos necesitados de gente optimista y con el sentido del humor como el que a ti te sobra. La cosecha se acerca (principios de junio), y si para esa fecha nos han quitado las cadenas, lo primero que haré será ir a Mayrena a la recogida de fruta, y te prometo que te traeré una bolsica generosa para que aprecies tú y tu marido y nietas las delicias de mis albaricoques caravaqueños. Nada que ver con los que te venden en los mercados urbanos.
ResponderEliminarUn beso, Tesa.
(Leo que te siguen persiguiendo los recomencistas, qué cruz!)
Eres el mejor.
ResponderEliminarContagiando cosas buenas y a pesar de las distancias.
Cuídemese muncho.
Besis.
Y abrazis.
Diego una vez más me deja sin palabras un poema tuyo...
ResponderEliminarSi bien estamos todos y todas altamente sensibles con la incertidumbre que nos genera esta situación, aún fuera de estos tiempos creo que de igual modo que ahora mismo se me hubiera"piantado un lagrimón": "Verte llegar y no huirnos,"...
Verso pleno de representaciones amigo que nos llevan a este hoy de distanciamiento físico, pero no afectivo, no de emociones, y es lo que tenemos priorizar.
Pensé en mi hija Diego que cada vez que nos cruzamos en el jardín nos miramos desde lejos y es una extraña sensación...es eso que tan bien dice tu primer verso: en este tiempo "nos huimos" esperando que pronto llegue el momento de dejar de hacerlo.
Precioso y fuerte poema! y ni hablar de tu viñeta.
Eres genial amigo.
Gracias por compartir!
Ehhhh!! Aun sin cuarentena me perderé esos famosos albaricoques!
Abrazo virtual (que por suerte no se nos ha "prohibido")
Llegará ese día no lo dudes y nos costará desacernos de ellos por los muchos que nos han faltado y los hemos huido. Esos albaricoques en junio serán un manjar exquito.
ResponderEliminarMe alegré hoy al leerte de nuevo.
Hace tiempo tuve y un problena con el blog y me desaparecieron amigos. Vuelvo por tu casa, que hace mucho no la visitaba.
Cuídate Diego
Desde casa te mando este abrazo 🙅
Qué bonito, Diego!
ResponderEliminarA ver si podeis recoger esos albaricoques y no pilla la cuarentena. Con lo buenos que deben estar.
Gata!! Un abrazo muy fuerte :) He vuelto a Sevilla, por si de casualidad pasas por aquí:)
Muchos besos, Diego ;)
Saludos a los demás:)
Mas no hay silencio en el espacio latiente,
ResponderEliminarArmonia de mil voces nos acuna.
Rios inagotables que iluminan.
Las ondas que recoje y revierte el infinito.
Abrazame que tu calor alivie la falsa sordera a la que estamos sometidos.
Muy bonito tu poema Diego sale como el agua limpia que brota de tu manantial generoso
Rios inagotables de la mente que iluminan.
ResponderEliminar(corrijo)
Gata, un día nos reiremos de estos sufrimientos :)
ResponderEliminarEn Barcelona, quizás.
Te mando un beso en el próximo AVE.
Lu, yo lo que peor llevo es el "desabrazamiento". Me gusta abrazar, tocar, sentir y eso ahora lo tenemos vetado. Es extraño cruzarte con un ser querido y apartaros ambos como si fuéramos apestados. Pasará, aunque ahora están recomendando que seamos menos cariñosos en adelante para evitar futuros contagios. Como los japoneses. Lo intentaremos.
ResponderEliminarTe mandaré fotos de mis albaricoques (por allí los llamáis duraznos, creo)
Un abrazo transoceánico y transhemisférico.
Ana, los albaricoques maduran a principios de junio, espero estar ya liberado para esas fechas, aunque a los peligrosísimos "mayores" será a los últimos que nos liberen.
ResponderEliminarUn beso, sevillana (no sé qué vas a hacer este año sin la Feria de abril :)
Iota, ¿ese poema es tuyo? Dime dónde te leo :)
ResponderEliminarPronto los sordos volveremos a oír (lo siento por los oftalmólogos :)
Un beso.
Si, el pequeño poema es mio .
ResponderEliminarGracias por tu interes pero no tengo ningun blog, no soy lo suficientemente generosa, no me
hace feliz que entre en mi " casa " tanta gente. Gracias maestro you are such a kind person. Much love
Pues enhorabuena, Iota. Para mí es una pena no conocer más escritos tuyos, aunque respeto tus razones para no darles más luz. Nosotros nos los perdemos :) Esta ventanita sigue abierta para ti.
ResponderEliminarUn beso, alma sensible.