Marea

La última ola se retira después de besar la arena. Alguien camina por la orilla y su huella húmeda queda grabada en el lienzo mineral ahora inmaculado. Luego, la brisa la difumina, desaparecen sus contornos, se convierte en un perfil irreconocible. Y en solo doce horas, el beso de espuma de la siguiente marea borrará definitivamente los recuerdos de aquella huella olvidada. Pleamar, bajamar, flujo, reflujo, cada ciclo abre un espacio limpio donde dejar un rastro renovado, diferente, que también será barrido por el viento del olvido. Huellas y mareas van, vienen, se renuevan, desaparecen. Solo permanece la arena y su nostalgia.

(Foto: bajamar en Matalascañas)

Comentarios

  1. Estoy autconfinado en la sierra madrileña, con muy escasa cobertura. Solo bajo a Madrid en raras ocasiones y por muy corto espacio de tiempo. Disculpadme si no entro a comentar en los blogs en que habitualmente lo hago, con el móvil me resulta dificultoso. Al menos aquí tengo la sierra a mi alcance, allí no hay virus (de momento). Espero que todo pase, aunque dudo que ocurra antes de que haya una vacuna. Un saludo a todos los que leáis mis ocurrencias.

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  2. Poético andas en esa serranía madrileña. Como se puede leer , se añora lo que no se tiene.
    Como en algunos juegos, haces bien en asegurar la inmunidad.
    Un abrazo.

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  3. Desde la sierra y con una mirada melancólica y poética hacia el mar. Precioso texto y foto., Diego.

    Qué suerte tienes de poder autoconfinarte con la naturaleza a la vuelta de la esquina, por la capital andamos como zombis mareados y espantados por las ocurrencias de de nuestra inefable Presidenta, que si no fuera porque esto es serio nos daría para unos cuantos chiste.

    Abrazos, Diego, respira aire fresco en todos los sentidos por ti y por mí de paso.

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  4. Ana María10/04/2020

    Qué bonito, Diego :)

    Ese es mi océano, el de Huelva, que no piso mi playa desde febrero o así, antes de que nos encerraran..

    Seguro que ese beso del agua a la arena es eterno, y esa arena llena de cachitos de conchas espera paciente esas 12 horas para volver a ser besada por la espuma salada.

    Un abrazo fuerte ;)
    Saludos a los demás :)

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  5. ¡Que ilusión, Diego, saber de ti!
    Muy bien que estés en un lugar más seguro. Son tiempos extraños los que nos están tocando vivir. Siempre es un placer volver a leer tu bella prosa, y parece que las musas están de tu parte en esos paisajes de la sierra.
    Ya vendrán tiempos mejores. Mientras tanto, cuídate mucho.
    Lo importante es que no nos has olvidado.
    Un abrazo inmenso.

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  6. Hola Diego. Veo que estás a buen recaudo, me alegra que te cuides y que sigas tan creativo, ojalá esto pasara y nos encontráramos una tarde, tú, Tesa y yo, para charlar un rato y echarnos unas risas. Ya sabes que me encanta todo lo que haces, cuídate mucho, mucho, un gran abrazo.

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