La mochila
Recojo los bártulos, los cargo en la mochila y me voy. Ha sido una noche maravillosa aquí arriba, en nuestro prado oculto. Pero no hay solución. Tú quieres tu espacio y yo el mío, y nuestros espacios son tangentes.
Me marcho con una sonrisa que no se me ve. Oigo detrás el risrás de la cremallera, me vuelvo y veo tu rostro tranquilo asomado a la puerta. Dos besos lanzados al aire. Ningún reproche.
Quizás una noche te busque y me busques en otro prado, en otras coordenadas, en otra tienda, en otra tangencia. Y nos encontraremos, seguro, ya nos hemos encontrado más de cincuenta noches.
(Foto: una tienda de campaña, una mochila, un prado)
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ResponderEliminarRecomenzar, en tu penúltima entrada has copiado un texto mío, añadiendo palabras y eliminando otras. Además, me llamas acosador y dices que te envío emails, lo cual sabes que es absolutamente falso. Mientras no reconozcas públicamente que todo lo que dices de mí es mentira (o aportes pruebas que lo confirmen) prefiero que no comentes en mi blog. De nada.
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EliminarMe gusta eso de los encuentros deseados. ¡Y en un prado, carpa, mochila...!
ResponderEliminarAunque ... cada quien carga su "mochila" y contra eso nadie puede.
Entonces...
es como tiene que ser si nadie quiere perder su espacio.
Lo cual no quita que haya muchas otras noches en donde quiera que el Universo lo disponga.
Me gustó la imagen tanto como el texto
Abrazo yendo
Lu, los encuentros en lo alto de una montaña siempre son muy satisfactorios. Y si encima son tangentes ni te cuento. La tangencia es la base de la felicidad.
EliminarVuela un abrazo tangente hacia el gran sur. 🙂
Ay! Qué bien: me encanta la tienda-cocon, tan acogedora. Y este prado tan bonito. Y la mochila, tan simpática: cada uno lo suyo y sin problema. La proxima llegará, cuando los estrellas lleguen.
ResponderEliminarBonita entrada :) un beso de aquí :)
Fram, la tienda es una maravilla. Ligera y fácil de montar. Ideal para una persona o dos que se quieran mucho.
EliminarLas estrellas siempre acaban volviendo. Beso serrano.
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ResponderEliminarEsos dos besos lanzados al aire seguro encontraron camino a tu corazón, sin reproches, precioso, igual fotografía y letras
ResponderEliminarUn abrazo, Diego
Mujer de Negro, hace años diseñé un engendro llamado "recolector de besos perdidos". Una especie de cazamariposas. A veces lo llevo conmigo en mis paseos por el monte, pero algo falla, nunca he pescado ninguno :)
EliminarUn abrazo, mujer de negro.