El Zompo

 


Asín que traspuse la loma vi un zagal jugando con un zompo. Lo liaba en la guita y lo lanzaba una y otra vez sobre la rodá de la verea. El zompo rulaba y rulaba con un zurrío como de tabanera. 

—¿Ánde has comprao el zompo, nene? —le pregunté. 
—Me l´ha aviao el agüelico —me contestó. 
—Me gusta muncho —le dije—. Cuando yo era zagal tenía un zompo igualico y me jartaba de jugar con él en la era. 
—Si quiés te lo regalo —me respondió, ofreciéndome el zompo con su mano renegría. 
—¿Y qué le vas a icir al agüelo? 
—Pos le voy a icir que me s'ha perdío en la guincha. Seguro que me avía uno nuevo, el agüelico es mu bueno. 
—Pos no platiquemos más —le respondí con una sonrisa, agarrando el zompo y la guita que me ofrecía el generoso zagal. 

Antes de seguir mi verea, sintiendo en mi mano el calor de la madera del zompo, me volví y le pregunté: 

—¿Y tú de quién eres? 
—Soy el Ginesico, el zagal de la Fuensanta y el aniaguero —me contestó con su sonrisa mellada. 

Y me alejé, caminando aquellas trochas vacías, feliz con mi zompo en el bolsillo, y pensando que no todo está perdido mientras queden ginesicos, fuensantas, aniagueros y agüelicos esturriaos por paisajes conocidos o por conocer.

Comentarios

  1. No lo he comprendido al cien, lo poco es que un niño que has encontrado en el camino te ha obsequiado el trompo que su abuelo le dio; y por un instante has vuelto a tu niñez, ¿es así?.

    Un beso, Diego

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    1. Hola, MdN. Yo creo que lo has comprendido muy bien, aunque utilizo "palabros" olvidados por desgracia. El trompo (zompo lo llamábamos en mi tierra) fue un juguete inolvidable en aquella época feliz de no-pantallas no-playstations.
      Un beso, woman in black :)

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    2. Tenía un trompo de madera cuando niña, jugaba con mi hermano mayor, o lo intentaba, me parece que el mío salió con defecto, porque nomás no hacía su rondín :)
      Creo que, con el trompo fui profesional de las barridas, porque no veas que se iba recto y a saber hasta dónde, magullado pero siempre lo rescaté
      Beso

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    3. Mujer de Negro9/22/2022

      También tenía una camionetita de metal, de esas con cajón, no me gustaban las muñecas, madre sentía temor, creía que inclinaría mis gustos hacia las chicas ...
      :)

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    4. Esos trompos "asimétricos" eran un espectáculo. Giraban contradiciendo las leyes de la gravedad y de la inercia :) Eran muy divertidos. Qué pena no haber conservado esos juguetes insustituibles (camionetita incluida :)
      Beso, MdN

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  2. Pues me ha pasado lo mismo que a Mujer de Negro: me ha faltado algo de vocabulario ;) pero lo has pasado muy bien.
    Un beso de aquí :)

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    1. Hola, Fram :) Te contesto lo mismo que a Mujer de Negro. Y sí, lo he pasado muy bien... escribiendo estas chorradillas :D
      Un beso de mi aquí :)

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  3. Hola Diego.Por el bonito zompo que dibujaste me queda claro que ese objeto es el que por aquí llamamos trompo.
    Respecto al relato, muy generoso el muchacho pero...
    Te parece bien que vaya a mentir al abuelo?
    Entiendo sí tus ganas de volver a mostrar tu habilidad "zompera" 🤭
    Yo no podría hacer gala de la mía pues nunca jugué con uno. Si mí hermano al que yo veía jugar muy entusiasmado con sus amigos.
    Abrazo yendo y que tengas una bonita semana.

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    1. Lu, efectivamente, es un trompo, aunque yo utilizo otra palabra, ya en desuso, que se daba al "instrumento" por mis tierras murcianas. Lo de mentir al abuelo... cuando lo escribía pensé: "esto no le va a gustar a Lu" :D Perdóname, pero es una mentirijilla que no engañó al abuelo.
      Y es cierto, por acá tampoco recuerdo a ninguna niña jugando al trompo...
      Te devuelvo el abrazo revisado y amplificado :)

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  4. El rencor y la venganza van de la mano. El rencor surge cuando alguien nos lastima y a veces se queda allí. Pero otras veces queremos que la otra persona sufra las consecuencias por sus acciones, y entonces nos vengamos de alguna manera.

    ¿Alguna vez has deseado vengarte de alguien que te lastimó? ¿Te has deleitado escuchando o viendo cuando alguien recibió su merecido? La persona vengativa se cobra las cuentas que los demás tienen con ella por haberle ofendido y se goza en la desgracia ajena. El corazón perdona pero la mente no

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    1. Saludo recibido, Frases Bonitas. Te envío el mío.

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  6. Ana María9/20/2022

    Diego, pienso que tenías que haber jugado con el niño en lugar de quedarte con el trompo :)) Pobre abuelo, que ahora le tiene que mandar otro, y serán difíciles de encontrar en esta época.

    Por cierto, como Lu, cuando yo era pequeña las niñas no jugábamos al trompo sino que sólo lo hacían los niños, igual que a las canicas; nosotras éramos más de jugar a los cromos, que también tiene su cosa para darles la vuelta. Alguna vez intenté bailar el trompo pero fue imposible.

    Besos para ti ;)

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    1. Ana, el regalo del trompo era muy tentador, no pude evitar quedarme con él :D
      Es cierto, a las canicas ("meblis" los llamábamos en mi Tánger inolvidable) tampoco jugaban las niñas. Nosotros no saltábamos a la comba. Discriminaciones absurdas que poco a poco, afortunadamente, van desapareciendo.
      Besos, Ana.

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    2. Ana María9/22/2022

      Verdad, anda que no he saltado yo a la comba... y también he jugado mucho al elástico, al teje (rayuela) y a los juegos de corro, que los niños no jugaban. Ahora no juegan ni a unas cosas ni a otras; al menos según lo que me cuenta la mayor que está en el colegio con 6 años. En fin, le voy a tener que meter una comba y un elástico en la mochila, a ver si se animan a jugar :)

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    3. Méteselos, Ana, y también a la profe, hay que recuperar esos juegos :)

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  7. Hostia, diego. Yo era un profesional del trompo.

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    1. Lo sabía, Cabro. Yo fui campeón en el Master 1000 del torneo internacional de Bullas. Tú quedaste tercero, creo :D

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  8. Anónimo9/22/2022

    El texto da dolor de barriga. de malo que es

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    1. Qué cansino eres, anónimo conocido...
      Tómate un Alka-Seltzer, anda.

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  9. Peonza, en mi infancia eso se llamaba peonza o trompo, acabo de recordarlo... Los objetos tienen magia, algunos nos devuelven a la niñez,pero dura poco, ¿verdad?

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    1. Hola, Beauséant. Sí, nos devuelven a la niñez. La nostalgia es una prueba de madurez.

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  10. Pues yo lo he entendido todo, y me ha encantado, Diego, y es que no hay nada más instructivo que una infancia rural.

    A mi me parecía muy difícil eso de la peonza, que es como la he llamado siempre, y me maravillaba lo que hacían algunos niños con ella, hasta atraparla con la cuerda en pleno movimiento.
    Nosotras jugábamos al diábolo... y al platillo, no como ahora que se tira y se recoge como un bumerang sino que lo hacíamos bailar en un palito de madera. También montábamos guerras con espadas de madera, a mí se me daba de miedo hacerlas, y carreras de zancos que hacíamos con botes grandes de conserva y una cuerda de esparto, y que escondíamos para que los mayores no nos dieran la vara.

    Qué tiempos aquellos en que los niños jugábamos solos, sin mayores, ahora los niños, nunca están solos.

    Un abrazo, Diego, tienes más paciencia que un santo con tus acosadores.

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    1. Tesa, yo creo que los niños que fuimos nos divertíamos más que los niños actuales. Claro que lo mismo dirán nuestros nietos cuando sean abuelos :D

      Sí, Tesa, los acosadores no se cansan, son como moscas cojoneras :) A ver si ahora que se marcha la jefa del clan RMZ me dejan tranquilo una temporadita :)

      Abrazo, Tesa.

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