Didacus, el primer hombre del tiempo (2)

La fama de Didacus Cumulus Nimbus Verticalis y de su Homo predictoris se extendió por la Baetica, la Tarraconensis, la Aquitania y la Gallia hasta llegar, en su expansión imperial, a Roma. Enterado Nerón de las cualidades del artilugio y de la sabiduría de Didacus Cumulus Nimbus Verticalis lo hizo llamar para que acudiese a su residencia imperial del Monte Palatino. Tenía el emperador millones de heredium cultivables por todo el imperio y quería utilizar los últimos avances tecnológicos para sacarles el máximo rendimiento. 

Didacus se puso en marcha un 21 de aprilis, a la hora tercia. Al elegir carromato para el viaje dudó entre su pesada rheda y su cisium “dos caballos”, más ligera y rápida, pero con menos maletero. Al final eligió la cisium. Equipaje breve: un par de túnicas, unos calceus, cuatro subligaculum y dos strophium. Y, por supuesto, un ejemplar del Homo predictoris envuelto en resmas de pergamino para no dañarlo. Recorrió la Vía Augusta hasta los Pirineos y desde allí continuó hasta Roma por la Via Domitia. Sólo se detenía para echar una meadilla cada veinte miliarios —y dar de paso alfalfa a los caballos— o para visitar algún prostíbulum-club de los que abundaban en el trayecto. Un mes después de iniciar el viaje llegó por fin a Roma, con los riñones destrozados por el traqueteo inclemente de la cisium sobre los jodidos adoquines de las calzadas romanas. 

Nerón lo recibió en el Monte Palatino, rodeado de una decena de patricios pelotas. Didacus Cumulus Nimbus Verticalis les mostró su Homo predictoris y les explicó su funcionamiento (tuvo que repetir la explicación varias veces, pues los patricios, además de pelotas, eran bastante bolos) 

El éxito de las predicciones que realizó el Homo predictoris fue absoluto. Gracias a ellas, Nerón decuplicó sus ganancias en pocos años y, en consecuencia, sus abusos, excesos y tiranía sobre el subyugado pueblo del imperio. En agradecimiento a Didacus Cumulus Nimbus Verticalis lo nombró senador y lo alojó en su palacio, semiesclavizado, para no prescindir de sus servicios en ningún momento. Sólo le permitía viajar a Eliocroca una vez al año, durante la semana santa, para asistir a los desfiles del paso blanco y el paso azul, y el jolgorio subsiguiente. Incluso hizo erigir en la Via Apia una estatua en su honor. La estatua, hecha con mármol de Carrara de la máxima calidad, representaba a Didacus con cara de triunfador y sosteniendo, sobre el dedo índice de su mano izquierda alzada, la figura también enmarmolada del Homo predictoris con su homúnculo incorporado.

(continuará)

Comentarios

  1. Me quedo asombrado, Diego. Creo que hace muchos años que no leía algo tan original como perverso en clave de humor ácido.
    Continuaremos.
    Un abrazo.

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    1. Enrique, la fotocomposición de Tesa sí que es original e inspiradora :) Ya sólo queda una entrega. A ver si la liquido esta tarde.
      Abrazote, amigo.

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  2. Jajajaja, esto es muy brillante, Diego.

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