Curculio


Lo encontré una tarde que buscaba libros raros en la Cuesta de Moyano. La rareza no sólo radica en el título ("Los secretos del gorgojito Curculio - Tomo 1"), también en el formato: el libro no está elaborado con papel, sino con madera perforada (“¡el papel no es más que un subproducto de la celulosa de la madera, tontolhaba!”, me grita mi cuñao). Tampoco tiene páginas, sino galerías. 

Para leerlo hay que introducirse —mentalmente o mediante conjuros— en las galerías, e ir recorriéndolas mientras leemos el texto, escrito en las paredes. La escritura consiste en xilografismos encadenados (las letras están grabadas directamente en la madera de las galerías). 

El seguimiento argumental del texto es algo complejo, debido al entrecruzamiento de las galerías, lo que crea dudas sobre qué camino seguir cuando llegamos, leyendo, a un cruce ¿A la izquierda? ¿A la derecha? A mí me ha recordado la técnica literaria seguida por Cortázar en su “Rayuela”; quizás Cortázar imitó a Curculio, o Curculio imitó a Cortázar; o quizás la coincidencia de estilos se deba simplemente a una especie de mimetismo batesiano. En cualquier caso, elijamos el camino que elijamos en cada encrucijada, el hilo argumental es coherente y no carente de cierto orden lógico. 

La trama es sencilla: el autor/narrador —un gorgojo de nombre Curculio— va minando el floema de un pino en busca de una gorgoja con la que folgar. En su búsqueda, Curculio va escribiendo en las galerías sus aventuras y ansiedades. El lenguaje utilizado es simple, pero ¿qué se puede esperar de un hexápodo escribiendo? El estilo es ágil, ameno, y no falta el humor. Particularmente divertido me ha parecido el encuentro casual de Curculio con Hylotrupio (todo un personaje) en uno de los cruces de las galerías. 

Ortográficamente, he observado algún “dequeísmo”, “algún laísmo”, alguna “h” sobrante. Nada grave, sobre todo si se tiene en cuenta que el libro lo escribió Curculio en la oscuridad absoluta y, parece, no realizó ninguna corrección posterior.

En resumen, este tomo me ha dejado buen sabor de floema y con la incógnita ansiosa de conocer si al final Curculio encontrará a su gorgoja amada, objetivo no conseguido en esta primera entrega. Buscaré con ahínco el tomo 2, aunque dudo de que lo encuentre, incluso dudo de que Curculio lo escribiera alguna vez.

Comentarios

  1. Menuda imaginación. El "tocho" está bien hilvanado, aunque estoy seguro que me perdería entre sus galerías, (que no galeradas).
    Lo bueno que tiene es que te salvas de "gorrones": no puedes hacer fotocopias.
    Un abrazo.

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    1. Juan, el libro hay que leerlo con una de esas linternas de espeleólogo o utilizando un laparoscopio., imposible fotocopiarlo, efectivamente :))
      Abrazo, Juan.

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  2. Intuyo que es una buena obra literaria; de aquellas que se escriben desde la locura.

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    1. Cabro, se lo he prestado a mi cuñao. En cuanto lo acabe de roer te lo paso.

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  3. Muy bueno el homenaje a Rayuela, el directo, y el sutil con las haches :) No veo a Cortázar escribiendo ese volumen, pero a Oliveira sí, totalmente :)

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    1. Lo pensé, Beauséant. Pero Oliveira encuentra a La Maga, y Curculio no consigue encontrar a su gorgojita :)

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    2. La encuentra y de alguna manera la pierde, ¿qué es mejor?, perder lo encontrado o no encontrar nunca...

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    3. Yo prefiero encontrarla aunque luego la pierda, que me quiten lo bailao :)

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  4. Los gorgojos son muy dados a este tipo de literatura. Poniéndonos en plan Borges he visto alguna biblioteca de Babel escrita en los cultivos de los sufridos agricultores.

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    1. A saber si Curculio no plagió a Cortázar sino a Borges y su Biblioteca de Babel... Estos gorgojos...

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  5. Quedo sorprendido, ni los sumerios hicieron algo tan curioso y singular.
    El método por encima de cualquier argumento. Bravo.
    Un abrazo, Diego.

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    1. Puede ser, Enrique, los sumerios escribían en tablillas de arcilla, y, sin duda, copiaron su técnica de la escritura curculiana (o gorgójica), mucho más antigua :)
      Abrazo, Enrique.

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  6. Ayy como quiero perderme en esas galerías y seguir los pasos de Curculio.
    Es mi deseo que él también, como Oliverio encontró a la maga, encuentre a su gorgojita.
    Esperemos que encuentres el próximo tomo.
    Seguramente lo hay y allí , sin importar porqué galería lleguemos, vamos a saber el final.
    Abrazo yendo (desde un día en que Don invierno decidió decirle a Señorita primavera que no se apure tanto...que aún es su tiempo y no tiene ninguna prisa en partir).

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    1. Hazte pequeñita y piérdete, Lu :)
      Cuando anduve por Buenos Aires busqué el tomo 2 en la maravillosa biblioteca el Ateneo Grand Splendid, pero no lo hallé :) Quizás exista en la Boutique del Libro de Ushuaia, busca por allí :) No en vano, la Argentina es uno de los países donde hay más bibliotecas por habitante.
      Me introduzco en una galería gorgojera y roo la madera para llegar hasta tu bellísima tierra y llevarte personalmente mi abrazo (no te lo prometo, parece complicada la cosa)

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  7. Bien visto, Zarza. Seguro que Curculio, gran lector, se inspiró en el Quijote y en Cide Hamete Benengeli para escribir su historia. Muy interesante tu enlace, que me hace sospechar que quizás el auténtico Curculio fue asesinado por alguien como lo fue en su día Cristofher Marlowe... Por eso nunca habrá segunda parte de esta xilo-novela.
    Abrazo de hexápodo, Zarzamora.

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    1. Zarzamora, no sé por qué blogger ha robado de aquí tu comentario. Da igual lo guardo en mi e-mail para mí solito :)
      Un beso.

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