Historia Natural y Moral de las Aves (3) La cigüeña

Extraigo algunos de los párrafos del capítulo dedicado a la cigüeña. 

“Viviendo la hembra que el macho eligió una vez por compañera, no se acompaña de otra por causa de engendrar en ella porque le guarda siempre lealtad; y si por algún camino siente que ella le hace traición, no vive más en su compañía y, si puede, la mata”

Bien merecido, por adúltera, meretriz y verbenera. 

“Dicen que, en tener los hijos ya grandecitos, y bien emplumados, echa uno de ellos cada año del nido abajo, para el dueño cuya es la casa donde cría, como en pago y alquiler de la pollada. El vulgo piensa, y así lo afirman muchos, que echar aquel hijo es pagar el diezmo a Dios del fruto que le ha dado”

Eso es ser agradecidos. Hay que pagar los diezmos a Dios para que siga manteniendo el tinglado. 

“Hay un lugar en Asia en unos campos espaciosos y patentes adonde primero vuelan las cigüeñas, y se paran cuando vienen de camino; y a la que llega la postrera la matan a picadas entre todas” 

¡Qué mala leche! Encima de que llega la última, agotada y debilitada por el largo viaje, van las otras cigüeñas y la matan a picadas. Qué manía tienen las cigüeñas con matar a la adúltera o a la última que llega a su destino. Yo pensaba que eran mejores personas, por aquello de que traen en el pico a los recién nacidos. 

“Cuando la cigüeña se siente cargada de estómago, toma con el pico agua del mar y se echa con él una medicina por la parte baja, cosa que puede hacer fácilmente, por ser larga de piernas, cuello y pico” 

No aclara esta descripción cuál es la parte baja de la cigüeña, ni qué medicina se echa por esa parte baja. Ahora aliviamos la cargada de estómago con un supositorio Rovi, que no necesita, para aplicarlo, de largas piernas ni largo cuello ni largo pico. Basta con apuntar bien. 

“Come la cigüeña los huevos de las serpientes y lo da a sus hijos por regalada comida: su ordinario sustento es todo género de serpientes, culebras, ranas y si acosa el hambre come también sapos, y no le hace daño su ponzoña, que con su mucho calor digiere todo” 

Está visto que el sapo es la última elección en la cadena alimenticia de cualquier animal. Yo, sin embargo, he tragado más de un sapo en mi vida y puedo asegurar que no tiene mal sabor. Siempre que se lo aliñe con las especias adecuadas y que la cocción sea la justa (a mí me gusta “à point”). 

Moralidad 

“El pecador que conociendo el error de sus pecados se vuelve a Dios, y hace penitencia de ellos, ha de ser como la cigüeña; la cual es ingeniosa para purgarse y medicinarse con su mismo pico” 

Ahora ya me ha quedado claro el porqué de la medicina: hacer penitencia por mis pecados Intentaré medicinarme y purgarme con mi mismo pico en adelante. 

“Así el pecador que hace penitencia de sus pecados debe con el calor de su espíritu digerir los huevos de la serpiente infernal, que son las venenosas tentaciones, con que le acomete, con las cuales mata al que actualmente peca: pero al que las resiste y digiere no sólo no le matan, sino que antes le son mantenimiento; porque el fuego del amor de Dios, que está en su pecho vence, y sobrepuja la malicia del infierno” 

Pues si hay que comer y digerir los huevos de la serpiente infernal para conseguir el perdón de Dios, me temo que me condeno… 

“Cuando las cigüeñas llegan de camino matan entre todas a la que llega la postrera. En que nos dan a entender la diligencia que debemos poner los cristianos en acudir a las colas del servicio de Dios y particularmente en limpiar nuestras conciencias el tiempo de la cuaresma para cumplir con el precepto de la Iglesia, confesando y comulgando como disponen los santos concilios” 

Yo intentaré en el futuro colarme en la cola del servicio de dios, para no ser el último de la fila, no sea que llegue una cigüeña y me mate a picotazos, privándome de limpiar mi conciencia y cumplir con el precepto de la Iglesia. 

“Cuando el macho halla en adulterio a la hembra, ya hemos visto la venganza que toma en ella: así pues, cuando el alma es adúltera al esposo, pecando contra alguno de los mandamientos, si no se arrepiente, y hace penitencia en esta vida, y la coge la muerte en adulterio del pecado, tomará Dios de ella la venganza, que la cigüeña toma de la que es adúltera, quitándole la vida y condenándola a muerte de pena eterna” 

¿Y qué pasa si el adúltero, el infiel, el promiscuo es el cigüeño y no la cigüeña? ¿Será también condenado a la muerte de pena eterna? No lo dice la Historia natural y moral de las aves, edición 1617. Habrá que esperar a ediciones futuras.