Historia natural y moral de las aves (1)

Desde hace muchos años, una de mis aficiones es la observación e identificación de aves en la naturaleza. Necesito poco: unas botas para caminar —las aves no se suelen ver desde la butaca del salón—, unos prismáticos y una guía de campo de aves. Yo aún conservo mi primera guía —una Peterson hoy deshilachada, sucia y desvencijada de tanto usarla, que disfruta de una tranquila jubilación en una estantería de la librería de mi casa de Caravaca—, sustituida ahora por una Svensson, mucho más actualizada y completa. 

Pero de todas las guías de aves que han pasado por mis manos, sin duda la más sorprendente y original es la “Historia Natural y Moral de las aves”, publicada en 1617 —año siguiente a la muerte de Miguel de Cervantes—, cuyo autor es el “Licenciado Francisco Marcuello, Canónigo de la santa Iglesia de Nuestra Señora de los Corporales, y Racionero de Santiago de Daroca”. Me la regaló hace años, en facsímil, una amiga a quien nunca se lo agradeceré bastante. 

Está dedicada a “Doña Luisa de Padilla, Condesa de Aranda, Vizcondesa de Viota, Señora del Vizcondado de Rueda en el Reino de Aragón, y de la tenencia de Alcalaten y Baronías de Mislata, Cortes y Beniloba en el Reyno de Valencia”. Supongo que la ilustre mecenas subvencionaría generosamente al canónigo para que este pudiera editar su obra. 

La “Historia Natural y Moral de las aves” es una joyita. Comienza con la aprobación del texto por las autoridades eclesiásticas pertinentes (se publicó cuando la Inquisición estaba en pleno auge). Le sigue una loa a la mecenas, Doña Luisa, resaltando sus múltiples cualidades y virtudes, y un poema, dedicado a ella, que, más o menos, dice así en sus primeros párrafos.: 

“Para siempre hoy la Fénix resucita, sin pasar por las llamas abrasantes, pues produjo España otra más bella, cuya pintura Apeles, ni Thimantes, ni del gran Zeus el pincel la imita; nacida con tal Norte y buena estrella que no son el Sol, y Luna menos que ella. Querer exagerar su feliz genio, su benévolo clima venturoso, su rostro cielo hermoso, su nobleza, prudencia, gracia, ingenio es laberinto que Ennio perdiera (aunque famoso) el hilo y tino; espíritu divino ha menester quien alabarte pueda, o que el cielo su lengua le conceda” 

Genio, belleza, hermosura, nobleza, prudencia, gracia, ingenio… El peloteo también se practicaba en aquella época.

Esta historia natural y moral incluye 100 especies de aves diferentes. De cada ave hace una descripción previa —sin rigor científico, como es natural en aquellos años tan lejanos del nacimiento de Darwin—, mezclada con citas de pensadores y filósofos antiguos (Plinio y Aristóteles son citados de forma recurrente, dado que publicaron textos dedicados a las aves), y referencias mitológicas. Luego incide sobre aspectos morales del ave descrita, a la que atribuye unos valores éticos, positivos o negativos, francamente sorprendentes. 

Me apetece dedicar unas entradas a algunas de las aves que figuran en esta guía natural y moral. Así que lo voy a hacer. De paso me divierto e intento conocer el lenguaje en el que se escribió el Quijote original. 

Mi respeto y reconocimiento a lo que el bueno de don Francisco comenta de cada ave, en aquella época en la que los conocimientos científicos eran los que eran, y en la que la superstición y la religión lo impregnaban todo y eran difíciles de eliminar al intentar explicar hechos que hoy nos parecen evidentes.

(Fotos: la portada original de la Primera parte de la Historia Natural y Moral de las Aves, y la canción dedicada por el autor a su ilustre mecenas)

Comentarios

  1. Muchos títulos para Doña Luisa; y un sublimado poema.
    Interesantes esos regalos que no terminamos de agradecer.
    Me gustan las aves, les tengo alimento y agua por si quieren parar por aquí a descansar; y me encanta lo feliz que se ponen en sus duchas constantes.

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    1. Doña Luisa debía ser un personaje de armas tomar. Los pájaros son muy agradecidos, en cuanto les pones un recipiente con comida acuden como locos. Yo lo que no soporto es verlos enjaulados...
      Un abrazo.

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  2. Anónimo6/26/2024

    Iota.
    Dame un poco mas de tiempo para poder saborear y comentar el extraordinario regalo que nos has hecho .
    Solo te adelanto si no te importa que una gran parte de mi vida ha estado rodeada de pajaros una mayoria sin nombre . Infinitas mañanas me despertaron cuando al amanecer forman una ensordecedora algarabia donde se juntan todos los tonos para con alegria saludar al nuevo dia que va iluminado poco a poco. Los campos de castilla.

    Dame un poco mas de tiempo....

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    1. Iota, te doy todo el tiempo que quieras :)
      A mí también me despiertan con sus trinos. Esa es la segunda derivada: identificarlos por su canto :)
      Un beso.

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