2025

 

El mazo del calendario se nos cae encima, con sus hojas aún sin desplegar. Nadie conoce su esencia, los días irán desgranando su contenido. La jeta con la que asoma el myrga no me gusta, pero como soy un optimista redomado espero al menos llegar a ver su última hoja —la del 31 de diciembre— sin estar mucho más deteriorado de lo que estoy ahora. Que no es poco. 

A pesar de esta incertidumbre, hay datos que son absolutamente ciertos y que se cumplirán inexorablemente este año a pesar de los trumps y demás nefastos personajes salvapatrias equiparables que nos inundan. 

Hoy hago un pequeño y paranoico apunte matemático-astronómico de estos datos inevitables. 

Desde el punto de vista matemático, veo las siguientes peculiaridades para el año 2025: 
1. En el sistema binario, la expresión de este año es 11111101001. Se observa a simple vista que predominan los “1” sobre los “0”, en la proporción de 8 a 3 (8 + 3 = 11, otros dos “1” que añadir al pastel). Este predominio de los unos sobre los ceros seguro que quiere decir algo, no sé muy bien qué. 
2. Por si esto fuera poco, si descomponemos el número 2025 en sus factores primos, obtenemos que 2025 = 3⁴ x 5². Ojo, se repite cuatro veces el 3 y 2 veces el 5. Pocos números primos y bajos, con las consecuencias que de ello pueden derivarse. 
3. Y, para más INRI, tenemos que el logaritmo neperiano de 2025 es: ln2025 = 7,61 (7 días de la semana, 6 caras del dado, 1 único y trino. Que cada cual saque sus consecuencias) 
4. Con todo lo que antecede, la conclusión de las circunstancias del año que comienza es obvia: no existe ningún tipo de conclusión. 

Astronómicamente, este año nos depara algún acontecimiento interesante. Concretamente, dos eclipses de Sol y dos de Luna. 

Los dos eclipses de Luna son totales y se producirán el 14 de marzo y el 7 de septiembre. Ambos serán visibles en España. En el de marzo la Luna se pondrá antes de finalizar el eclipse y en el de septiembre la Luna saldrá con el eclipse ya comenzado. 

Los dos eclipses de Sol son parciales, el 29 de marzo y el 21 de septiembre. De los dos, el del mes de marzo será visible en España, con mayor o menor grado de intensidad, desde el 8% en las Baleares hasta el 32% en el noroeste de Galicia (en Canarias, el 22%). Intentaré hacer fotos, si no está nublado el día, aunque mis habilidades con la cámara son escasísimas. 

Interesantes también algunas conjunciones de planetas por ahí arriba que, por supuesto, pienso disfrutar. 

Ya lo dijo el profeta: “Si cada político mirara más hacia el cielo y menos hacia su ombligo y poltrona, otro gallo nos cantaría”. Y añadió: “¡kikirikiii!”

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