Eclips-ando

Desde hace meses le tenía ganas al eclipse de Sol que se iba a producir el 29 de marzo de este año. Y llegó el día. Así que esta mañana, temprano, me he dirigido a la sierra de Madrid, pertrechado con una serie de instrumentos para ser testigo —y dar testimonio— de tan singular acontecimiento. Como no disponía de mi anciano telescopio —debe reposar, supongo, en el trastero de mi casa caravaqueña, artrósico, refunfuñón y cansado de mirar y remirar soles, lunas y planetas durante muchos lustros—, mis pertrechos han sido sencillos: unos prismáticos pajareros, un pequeño trípode, una mesa y una cartulina azul. He colocado los prismáticos y su trípode sobre la mesa, los he orientado hacia el Sol, de modo que la sombra del artilugio se proyectara sobre la cartulina azul, y ¡hop!, el eclipse ha aparecido sobre la cartulina, claramente delimitado. Y doble, un eclipse por cada ocular de los prismáticos. Se aprecia, en las imágenes, el mordisco —¿el beso?—que la Luna oscura le arrea al Sol. 

Y aquí termina la historia. 

O no, resulta que a partir de entonces la imagen ha comenzado a cobrar vida, transformándose en una especie de ser alienígena, con patas, antenas y movimiento propio. Y, para los agnósticos, aquí presento una serie de fotografías que he podido tomar durante el eclipse y que justifican mi opinión. 
1. En esta foto, la primera que he tomado, se observa que el ser alienígena surge de la sombra de los prismáticos, tripático y con las antenas enhiestas por la sorpresa.
 
2. Al cabo de un rato, el ser extraterrestre, más relajado, con las antenas lacias, me observa fijamente a través de sus ojos eclipsados…
 
3… y se desplaza hacia la derecha moviendo ágilmente sus tres patas.
 
4. Sorprendentemente, le ha venido a visitar otro ser, éste bípedo y más regordete…
 
5… que le ha transferido un tercer ojo, quizás receptor de una cuarta dimensión incomprensible para nosotros.
 
6. Como remate del misterio, al ser alienígena le ha comenzado a brotar pelo amarillento, tipo trumpiano, en lo alto de la cocorota. Prueba de que se trata de un ser vivo.

7. En esta foto aparece el aspecto definitivo del extraño ser, antes de desaparecer fundido en una nube pasajera. 

Yo, qué queréis que os diga, aún sigo con el miedo en el cuerpo. Mi deducción es lógica:

“LOS ECLIPSES SON ENGENDRADORES DE SERES ALIENÍGENAS” 

Yo he sido siempre un descreído, un pasota, un vivalavirgen, pero con mi experiencia de hoy no sé si engrosar la lista conspiranoicos, terraplanistas, tuercebotas, brujos, adivinadores y antivacunas. 

Y creo sinceramente que hoy he estado a punto de desvelar uno de los mayores misterios que aún le quedan por explicar al hombre: el de la santísima trinidad, aquello de uno y trino. Bastará con dirigir hacia el altísimo algún instrumento que aún no he inventado, y observar, reflejado en una hoja de cartón, cómo un solo rayo se difracta en tres imágenes distintas, bien diferenciadas y definibles. Estoy en ello.

Comentarios

  1. Te diría que tuvieras cuidado, no vayan a extrangularte en un descuido, pero como bajó antenitas relajado, seguro más que abducir oasacrar vieron en ti un posible amigo, ja, me divertí leyendo te.
    Yo hace unas semanas tomé como cincuenta mil fotos de la luna de sangre, alguna salió medio decente.

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  2. Genial tu alienígena, todo un descubrimiento, increíble lo que puede salir de una simple cartulina azul... Sin embargo ese eclipse le pone los ojos tristes, aunque para fiarnos estamos, con la flor se le ve el plumero...
    Un beso, Diego

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  3. Por el aspecto del alienígena, debe ser pariente cercano de los que salen en La Guerra de los Mundos. :)

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  4. Tiene todo el sentido, por eso nos dice que no miremos los eclipses, para que no descubramos la verdad. Listo, un par de vídeos de ticktok y otro par para el instagram y lo convertimos en verdad absoluta :)

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  5. Excelente registro fotográfico del ET, si solo me lo cuentas no te lo creo, pero esta en la web es verdad!!

    saludos!

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  6. ¡Lo que me estoy perdiendo por no mirar los eclipses!
    Sigue investigando Diego. No te pierdas ningún eclipse por venir, tal vez logras que algún alienígena se comunique contigo.
    Creo que vas por buen camino para convertirte en un científico idóneo especializado en alienígenas generadores de eclipses.
    Y acuerdo con la conclusión de Beauséant.
    ¡Me encantó esta entrada!
    Abrazo va

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